Ivermectina y Cáncer: Una Exploración Profunda de Evidencia Preclínica y Experiencias Clínicas
Este artículo profundiza en la compleja relación entre la ivermectina, un fármaco antiparasitario conocido, y su potencial aplicación en la oncología. Analizaremos la evidencia preclínica que sugiere múltiples mecanismos de acción contra las células cancerosas.
Introducción: La Ivermectina y el Reposicionamiento de Fármacos en Oncología
La ivermectina, un medicamento antiparasitario que incluso ha sido galardonado con un Premio Nobel por su impacto en la salud global, ha captado una atención considerable más allá de su uso original. En el ámbito de la oncología, surge la pregunta de si este fármaco podría tener un rol en el tratamiento del cáncer. Este interés se enmarca en el concepto de "reposicionamiento de fármacos", que implica encontrar nuevos usos para medicamentos ya existentes, una estrategia prometedora en la investigación médica. Aunque los estudios de laboratorio han mostrado posibles efectos contra tumores, es crucial destacar desde el inicio que la validación clínica rigurosa para su uso en oncología es, hasta la fecha, muy limitada. Este artículo explorará la lógica detrás de su potencial, la evidencia preclínica disponible, los testimonios de médicos que la utilizan en sus prácticas y el debate que rodea a este controvertido fármaco.
Bases Científicas Preclínicas: La Ivermectina como Agente Anticáncer Multifacético
La investigación preclínica, es decir, los estudios realizados en laboratorio con células cultivadas (in vitro) y en animales (in vivo), sugiere que la ivermectina podría tener múltiples formas de atacar las células cancerosas. Se han identificado más de 15 posibles mecanismos de acción, lo que genera un gran interés en su potencial multifacético.
Uno de los mecanismos que más se repite en varios estudios es la inhibición de la enzima quinasa PAC-1. Esta enzima es fundamental para el crecimiento, la supervivencia y la expansión de las células tumorales. Al inhibirla, la ivermectina podría frenar procesos clave que sustentan la progresión del cáncer.
Los estudios in vitro han examinado el efecto de la ivermectina en diversas líneas celulares de cáncer, incluyendo mama, colon, ovario, glioblastoma, leucemia, entre otras. Estos estudios han mostrado que, a ciertas concentraciones (usualmente entre 5 y 20 micromolar), la ivermectina puede:
- Frenar el crecimiento de estas células cancerosas.
- Inducir la muerte celular programada (apoptosis), un proceso que las células cancerosas suelen evadir.
Es importante señalar que estas concentraciones observadas en el laboratorio plantean una pregunta crítica: ¿pueden alcanzarse de forma segura y constante en el cuerpo humano con las dosis normally utilizadas en la práctica clínica? Esta es una de las mayores incógnitas en el debate.
Además de los estudios in vitro, también se han realizado investigaciones in vivo en animales con tumores. Estos estudios han reportado una reducción en el crecimiento tumoral con la administración de ivermectina, ya sea por vía oral o inyectada, generalmente con dosis entre 2 y 10 mg por kilogramo de peso. Estos hallazgos en modelos animales refuerzan el interés en su potencial, aunque siempre con la cautela de que los resultados en animales no siempre se traducen directamente a humanos.
Mecanismos en Laboratorio: Más Allá de la PAC-1
La capacidad de la ivermectina para impactar el cáncer no se limita a la inhibición de la PAC-1. Los estudios de laboratorio han revelado otros mecanismos de acción diversos y significativos:
- Inducción de Apoptosis: Como se mencionó, la ivermectina puede activar la muerte celular programada en las células cancerosas. Este es un proceso natural que el cáncer a menudo desactiva para asegurar su supervivencia, por lo que su reactivación es un objetivo terapéutico clave.
- Activación de la Autofagia: La autofagia es un proceso celular en el que la célula "se come" partes de sí misma para reciclar componentes dañados o para obtener energía en condiciones de estrés. Aunque a veces puede ayudar a la supervivencia celular, en otros contextos puede contribuir a la muerte celular, y en algunos casos, parece potenciar el efecto anticancerígeno de la ivermectina.
- Reversión de la Resistencia a Múltiples Fármacos (MDR): La resistencia a la quimioterapia es un obstáculo importante en el tratamiento del cáncer. La ivermectina ha mostrado la capacidad de revertir esta resistencia en laboratorio, lo que podría convertirla en un coadyuvante valioso para hacer que las quimioterapias existentes sean más efectivas.
- Modulación de la Respuesta Inmune en el Microambiente Tumoral: Quizás uno de los hallazgos más intrigantes es su potencial para modular la respuesta inmune dentro del tumor. Podría hacer que tumores que son "fríos" (no reconocidos por el sistema inmune) se vuelvan "calientes" (más visibles y susceptibles a la respuesta inmune), mejorando así la eficacia de las inmunoterapias.
Este potencial multifacético en el laboratorio es lo que mantiene viva la conversación sobre la ivermectina en oncología, a pesar de las limitaciones de la evidencia clínica. Es importante reiterar que toda esta información proviene de estudios preclínicos.
Aplicación Clínica y Experiencias de Médicos que Usan Ivermectina
Las ideas y los resultados observados en el laboratorio han impulsado a varios médicos a explorar el uso de la ivermectina en sus prácticas clínicas, a menudo dentro de enfoques no convencionales o complementarios a la oncología tradicional. A continuación, se detallan las perspectivas de cuatro de ellos.
Dr. Ilies Bagali: El Enfoque Mitocondrial y la Medicina Ortomolecular
El Dr. Ilies Bagali, un médico argelino-canadiense con vínculos a la medicina ortomolecular (que busca optimizar la salud con nutrientes y sustancias naturales en dosis altas), ha desarrollado un enfoque particular para el cáncer. Su teoría central postula que el cáncer no es primordialmente una enfermedad genética, sino una enfermedad metabólica que se origina en un problema de las mitocondrias dentro de las células madre de los tejidos. Esta falla metabólica, según su visión, es lo que impulsa a la célula a volverse maligna. Ha publicado un protocolo sobre este tema en el Journal of Orthomolecular Medicine en 2024.
Basado en esta teoría, el Dr. Bagali propone un "protocolo ortomolecular híbrido" que combina varias terapias:
- Vitamina C intravenosa en dosis altas.
- Una dieta específica, probablemente cetogénica o baja en carbohidratos.
- Otros suplementos.
- Fármacos reposicionados, entre los que incluye la ivermectina.
La dosificación de la ivermectina en su protocolo varía según el grado del cáncer. Sugiere comenzar con 0.5 mg por kilogramo de peso, tres veces por semana, para cánceres de bajo grado. Para casos más avanzados, puede escalar hasta 1 o incluso 2 mg por kilogramo al día, generalmente por un período prolongado de 12 meses.
La lógica detrás de la inclusión de la ivermectina en este cóctel metabólico es que, en conjunto con los demás componentes, atacaría puntos débiles específicos del metabolismo de las células madre cancerosas (CSC), a las que considera responsables del inicio, avance y recurrencia del cáncer. Busca inducir apoptosis y autofagia, procesos que, como se ha visto en el laboratorio, se asocian con la ivermectina y que están relacionados con la función mitocondrial. El Dr. Bagali reporta respuestas positivas en casos avanzados (estadio 4) de su práctica, basándose en informes anecdóticos. Es fundamental reconocer que, al ser un tratamiento combinado, es difícil atribuir los efectos a un solo componente.
Dr. William Maquis: Telemedicina, Dosis Escaladas y "Cánceres Turbo"
El Dr. William Maquis, un radiólogo y médico nuclear canadiense, afirma operar la clínica de telemedicina de ivermectina para cáncer más grande del mundo. Posee un historial de más de 100 publicaciones académicas previas. Sin embargo, su caso también está envuelto en controversia, ya que su licencia médica en Alberta, Canadá, ha estado inactiva o suspendida desde 2019, y ha enfrentado problemas legales con el Colegio de Médicos de esa provincia.
El Dr. Maquis utiliza sus propios protocolos de ivermectina con dosis escalonadas:
- Inicia con 0.5 mg por kilogramo al día para mantenimiento o prevención.
- Aumenta hasta 2.5 mg por kilogramo diarios para enfermedades avanzadas o lo que él denomina "cánceres turbo".
- Generalmente, recomienda un esquema de 6 días de tratamiento y 1 día de descanso.
A menudo combina la ivermectina con otros antiparasitarios como los benzimidazoles (fenbendazol o mebendazol), que también han mostrado actividad anticancerígena en laboratorio. El término "cánceres turbo" es una denominación que él usa, no una categoría oncológica oficial, para describir cánceres de aparición rápida o progresión agresiva, los cuales él relaciona, sin pruebas científicas, con las vacunas de ARNm del COVID-19. Trata una amplia gama de tipos de cáncer.
El Dr. Maquis comparte activamente testimonios de pacientes en sus plataformas. Entre los ejemplos citados se encuentran un paciente con cáncer de páncreas estadio 2 que, según sus reportes, experimentó una reducción del 87% en el marcador tumoral C19-9 tras añadir ivermectina, y una mujer de 36 años con el mismo tipo de cáncer que fue declarada libre de enfermedad siguiendo su protocolo. Si bien estas historias son impactantes, es crucial entender que son testimonios individuales y anecdóticos, no datos de ensayos clínicos controlados y revisados por pares. Además, se le ha criticado por no detallar si estos pacientes también recibían quimioterapia o radioterapia convencional al mismo tiempo, lo que dificulta atribuir los resultados únicamente a la ivermectina.
Dr. Pitt Sulac: Un Testimonio Personal de Remisión Completa y Medicina Funcional
La experiencia del Dr. Pitt Sulac añade una dimensión personal y emotiva al debate. Él es quiropráctico y practica la medicina funcional, enfocándose en las causas raíz de las enfermedades crónicas a través del estilo de vida y la nutrición. Su encuentro con el cáncer fue directo y devastador: en noviembre de 2024, fue diagnosticado con un astrocitoma difuso grado 4 (glioblastoma multiforme), uno de los tumores cerebrales más agresivos, con un pronóstico de meses de vida y menos del 1% de posibilidades de sobrevivir más de 8 meses.
Lo extraordinario de su caso es que, para marzo de 2025 (solo cuatro meses después), las resonancias magnéticas mostraron una remisión completa, confirmada por sus médicos. El Dr. Sulac atribuye su recuperación a un protocolo integral e intensivo que él mismo diseñó, basado en su práctica de medicina funcional. Este protocolo incluyó:
- Una dieta cetogénica terapéutica muy estricta.
- Suplementos personalizados, seleccionados a partir de un análisis de más de 200 biomarcadores.
- Métodos de desintoxicación como enemas de café y sauna infrarrojo.
- Oxígeno hiperbárico (respirar oxígeno puro en una cámara presurizada tres veces por semana).
- Gran importancia a prácticas basadas en la fe.
Dentro de este complejo esquema, el Dr. Sulac identifica la ivermectina y el mebendazol como "piezas clave" de su estrategia, describiéndolos como "disruptores poderosos emergentes contra el cáncer". Su lógica es que estos fármacos atacan las debilidades metabólicas del cáncer, especialmente cuando se combinan con terapias que oxigenan, como el oxígeno hiperbárico. Aunque las fuentes no especifican la dosis exacta de ivermectina que utilizó, la considera fundamental para su éxito. Su remisión de un tumor de 6 cm, confirmada por oncólogos y neurocirujanos, es un caso individual (n=1) asombroso que ha inspirado a muchas personas. Sin embargo, al ser un caso único y con múltiples intervenciones simultáneas, no puede considerarse una prueba científica de la eficacia de la ivermectina por sí sola, aunque su testimonio es muy poderoso y ahora lo aplica en su programa "Be Resilient".
Dr. Orlando Silva: Oncología Integrativa y la Ivermectina como Coadyuvante
El Dr. Orlando E. Silva, oncólogo clínico con experiencia y exdirector médico en Miami, representa un enfoque integrativo en el tratamiento del cáncer. Su visión busca combinar lo mejor de la oncología convencional (cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia) con terapias complementarias que poseen alguna base científica o biológica.
El Dr. Silva comparte la premisa del Dr. Bagali de que el cáncer es fundamentalmente una enfermedad metabólica. Por ello, defiende enérgicamente el uso de dietas, como la cetogénica, para "matar de hambre" a las células cancerosas al privarlas de glucosa, su "alimento" preferido.
En cuanto al uso de la ivermectina y otros antiparasitarios (como el fenbendazol y mebendazol), el Dr. Silva los emplea principalmente como coadyuvantes, es decir, como complemento a la quimioterapia estándar, no como reemplazo. La idea es potenciar la eficacia de la quimio y, posiblemente, reducir su toxicidad. Basa esta estrategia en los mecanismos observados en el laboratorio, como la posible ayuda al sistema inmune, la capacidad de frenar la formación de vasos sanguíneos en el tumor, el ataque a las células madre cancerosas y la reversión de resistencias a los fármacos.
Para apoyar su enfoque, el Dr. Silva cita a menudo el caso de Joe Tippens, un paciente con cáncer de pulmón de células pequeñas metastásico que afirmó haber logrado una remisión completa tras tomar fenbendazol (un antiparasitario para perros) por recomendación de un veterinario. Este caso, aunque anecdótico y muy viralizado, es utilizado por el Dr. Silva como ejemplo del potencial que estos fármacos podrían tener dentro de una estrategia más amplia.
Además, el Dr. Silva critica la lentitud del sistema médico actual para investigar fármacos baratos y sin patente. Anima a los pacientes a informarse y buscar activamente opciones complementarias, incluso si sus oncólogos principales no están completamente abiertos a estas ideas.