Complejo B: soporte integral para energía, sistema nervioso y metabolismo celular

El Complejo B está formado por un grupo de vitaminas hidrosolubles esenciales para el correcto funcionamiento del metabolismo, el sistema nervioso, la producción de energía y la salud celular. Incluye vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B7 (biotina), B9 (ácido fólico) y B12 (cobalamina), cada una con funciones específicas, pero que actúan sinérgicamente. Un suplemento de Complejo B bien formulado puede ser clave para personas con fatiga, estrés, dietas restrictivas o alta demanda cognitiva.

Estas vitaminas participan en procesos fundamentales como la conversión de carbohidratos en energía, la síntesis de neurotransmisores, la reparación del ADN, la producción de glóbulos rojos y el equilibrio hormonal. La carencia de alguna de ellas puede generar síntomas como irritabilidad, debilidad, niebla mental, caída del cabello o trastornos digestivos. Por eso, el enfoque integral del Complejo B es ideal para cubrir necesidades fisiológicas múltiples de forma coordinada.

Su uso es particularmente importante en personas bajo estrés crónico, estudiantes, deportistas, adultos mayores, veganos o quienes toman medicamentos que interfieren con la absorción de vitaminas (como anticonceptivos, metformina o inhibidores de bomba de protones). Además, muchas fórmulas modernas utilizan formas activas como metilcobalamina (B12), P-5-P (B6) o riboflavina-5-fosfato (B2), que no requieren conversión hepática y ofrecen mayor biodisponibilidad.

Puede combinarse con magnesio, vitamina C, omega-3 o adaptógenos para potenciar su efecto sobre el sistema nervioso y la energía mental. Ideal para quienes buscan una base sólida de micronutrientes para mejorar su rendimiento físico, cognitivo y emocional en el día a día.