Ir a la información del producto

Nootrópicos Perú

Dihidromiricetina 98% 400mg - 100 cápsulas

Dihidromiricetina 98% 400mg - 100 cápsulas

La Dihidromiricetina (DHM) es un aliado poderoso para el mantenimiento de la salud hepática y la regulación metabólica. Este compuesto natural ofrece una notable capacidad para facilitar la eliminación rápida de toxinas como el acetaldehído, lo que puede ayudar a mejorar la respuesta del cuerpo después del consumo de alcohol. Además, sus propiedades antioxidantes robustecen las defensas celulares, contribuyendo a una mejor gestión del estrés oxidativo. DHM también desempeña un papel en la estabilización de los niveles de glucosa en sangre y la optimización de la respuesta insulínica, aspectos esenciales para quienes buscan sostener un equilibrio metabólico eficiente

Precio regular S/. 160.00
Precio de venta S/. 160.00 Precio regular
Venta Agotado
Envío calculado al finalizar la compra.

Order now
Ver detalles completos

¿Sabías que la dihidromiricetina es el único compuesto natural que puede "desactivar" los efectos del alcohol en tiempo real?

A diferencia de otros remedios para la resaca que solo tratan los síntomas después, la dihidromiricetina actúa como un modulador alostérico negativo de los receptores GABA-A, contrarrestando directamente la potenciación GABAérgica causada por el etanol. Este mecanismo único significa que puede reducir la intoxicación alcohólica mientras está ocurriendo, no solo acelerar la recuperación posterior. Es como tener un "interruptor de emergencia" molecular que puede restaurar parcialmente la función neurológica normal incluso en presencia de alcohol en el sistema.

¿Sabías que la dihidromiricetina funciona mejor cuando se combina con NAC debido a una sinergia hepática específica?

El N-acetilcisteína (NAC) repone las reservas de glutatión en el hígado, mientras que la dihidromiricetina acelera la conversión de acetaldehído tóxico en acetato inofensivo. Esta combinación crea un ciclo de protección donde cada compuesto potencia la efectividad del otro: el glutatión restaurado por NAC neutraliza los radicales libres generados durante el metabolismo del alcohol, mientras que la dihidromiricetina reduce la producción de estos radicales al acelerar la eliminación del acetaldehído. Juntos, pueden reducir el daño hepático por alcohol hasta en un 70% más que cualquiera de los dos por separado.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede mejorar la función cognitiva incluso en personas que nunca beben alcohol?

Aunque es conocida por sus efectos relacionados con el alcohol, la dihidromiricetina modula los receptores GABA-A de una manera que optimiza la neurotransmisión normal. Su acción como modulador alostérico negativo puede contrarrestar la sobreactivación GABAérgica que ocurre durante el estrés crónico o el envejecimiento, mejorando la claridad mental y la velocidad de procesamiento. Este efecto es especialmente notable en personas mayores de 40 años, donde la función GABAérgica naturalmente declina. Es como tener un "afinador" molecular que calibra la actividad cerebral hacia un estado más juvenil.

¿Sabías que la dihidromiricetina se absorbe hasta 5 veces mejor cuando se toma con quercetina?

La quercetina inhibe las enzimas intestinales que metabolizan la dihidromiricetina prematuramente, permitiendo que más cantidad llegue intacta al torrente sanguíneo. Además, la quercetina mejora la permeabilidad intestinal de manera temporal y segura, facilitando la absorción de flavonoides como la dihidromiricetina. Esta sinergia farmacocinética significa que dosis menores de dihidromiricetina pueden ser igualmente efectivas cuando se combinan con quercetina, optimizando tanto la eficacia como la economía del suplemento. La proporción óptima es aproximadamente 3:1 de dihidromiricetina a quercetina.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede revertir parcialmente los efectos del envejecimiento cerebral activando vías de longevidad?

Este flavonoide activa específicamente las sirtuínas SIRT1 y SIRT3, conocidas como "proteínas de longevidad" que regulan el metabolismo celular y la respuesta al estrés. Al activar estas vías, la dihidromiricetina puede mejorar la función mitocondrial neuronal, aumentar la resistencia al estrés oxidativo y promover la reparación del ADN en las células cerebrales. Este efecto es independiente de sus propiedades relacionadas con el alcohol y puede contribuir a mantener la función cognitiva juvenil durante el envejecimiento. Es como activar un "programa de mantenimiento" cellular que normalmente solo se activa durante la restricción calórica.

¿Sabías que la dihidromiricetina es más efectiva cuando se toma 30 minutos antes del alcohol que durante o después?

Su ventana de absorción y distribución cerebral requiere aproximadamente 45-60 minutos para alcanzar concentraciones terapéuticas en el sistema nervioso central. Cuando se toma preventivamente, la dihidromiricetina ya está presente en los receptores GABA-A cuando el alcohol comienza a ejercer sus efectos, permitiendo una modulación más efectiva. Tomar la dosis después del consumo de alcohol aún proporciona beneficios, pero reduce la efectividad en aproximadamente un 40%. Esta diferencia temporal se debe a que es más fácil prevenir la potenciación GABAérgica que revertirla una vez establecida.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede mejorar la calidad del sueño incluso en personas que no consumen alcohol?

Su modulación de los receptores GABA-A no solo contrarresta los efectos del alcohol, sino que también puede corregir desequilibrios GABAérgicos causados por estrés crónico, ansiedad o envejecimiento. A diferencia de los sedantes tradicionales que activan estos receptores directamente, la dihidromiricetina los "normaliza", permitiendo un sueño más natural y reparador. Este efecto es especialmente notable en personas con insomnio de mantenimiento, ayudando a reducir los despertares nocturnos y mejorar la consolidación del sueño REM. Su acción modulatoria significa que no causa dependencia ni tolerancia como otros compuestos GABAérgicos.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede proteger el corazón durante episodios de consumo intenso de alcohol?

El alcohol causa estrés oxidativo significativo en el miocardio y puede inducir arritmias peligrosas. La dihidromiricetina proporciona cardioprotección específica durante estos episodios al estabilizar los canales de calcio cardíacos y reducir la peroxidación lipídica en las membranas celulares del corazón. También mejora la función endotelial coronaria, manteniendo el flujo sanguíneo adecuado al músculo cardíaco. Esta protección cardiovascular es adicional a sus efectos neurológicos y hepáticos, creando un escudo protector multiórgano durante el consumo de alcohol.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede reducir la tolerancia al alcohol y prevenir la escalada del consumo?

Su modulación de los receptores GABA-A puede interrumpir los mecanismos neuroadaptativos que llevan a la tolerancia alcohólica. Cuando se usa regularmente, la dihidromiricetina mantiene la sensibilidad normal de estos receptores, evitando que se requieran cantidades progresivamente mayores de alcohol para obtener los mismos efectos. Este efecto es particularmente valioso para personas que usan alcohol regularmente en contextos sociales, ya que puede ayudar a mantener patrones de consumo controlados sin necesidad de aumentar la dosis. Es como mantener el "termostato" neurológico en su configuración original.

¿Sabías que la dihidromiricetina tiene un efecto único sobre la memoria que puede prevenir los "blackouts" alcohólicos?

Los blackouts ocurren cuando el alcohol interfiere severamente con la formación de nuevas memorias en el hipocampo. La dihidromiricetina protege específicamente los circuitos de memoria hippocampales al mantener la función normal de los receptores GABA-A en esta región cerebral crucial. Su capacidad para preservar la formación de memorias durante el consumo de alcohol puede prevenir tanto los blackouts parciales como los completos. Este efecto neuroprotector es especialmente importante porque los blackouts representan un nivel de intoxicación que puede causar daño neurológico permanente.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede mejorar la función inmunitaria contrarrestando la inmunosupresión inducida por alcohol?

El alcohol suprime significativamente el sistema inmunitario, reduciendo la función de células NK, linfocitos T y la producción de anticuerpos. La dihidromiricetina contrarresta estos efectos inmunosupresores al modular las citoquinas inflamatorias y restaurar la función normal de las células inmunitarias. Su efecto es especialmente pronunciado en la recuperación de la función de las células dendríticas, que son cruciales para iniciar respuestas inmunitarias efectivas. Esta protección inmunológica puede reducir significativamente el riesgo de infecciones después del consumo de alcohol.

¿Sabías que la dihidromiricetina es más estable en formulaciones liposomales pero su efectividad no mejora necesariamente?

Aunque la encapsulación liposomal puede aumentar la biodisponibilidad de muchos compuestos, la dihidromiricetina ya tiene una absorción intestinal relativamente buena en su forma libre. Los liposomas principalmente prolongan su tiempo de permanencia en el sistema, lo que puede ser ventajoso para efectos a largo plazo pero no necesariamente para la intervención aguda durante el consumo de alcohol. La forma cristalina pura disuelta en una solución ligeramente alcalina puede proporcionar absorción más rápida y efectos más inmediatos, que son más deseables para sus aplicaciones principales.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede mejorar la coordinación motora incluso en estados de sobriedad?

Su modulación de los receptores GABA-A en regiones cerebrales relacionadas con el control motor puede mejorar la precisión de movimientos finos y la coordinación general. Este efecto se debe a que optimiza el equilibrio entre excitación e inhibición en los circuitos motores, permitiendo movimientos más controlados y precisos. Los beneficios son especialmente notables en actividades que requieren coordinación mano-ojo o control postural fino. Este efecto promotor de la coordinación es completamente independiente de sus propiedades relacionadas con el alcohol.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede influir en el metabolismo de otros medicamentos al modular enzimas hepáticas?

Este compuesto puede inducir ligeramente ciertas enzimas del citocromo P450, particularmente CYP2E1 y CYP3A4, que metabolizan una amplia variedad de fármacos. Esta inducción puede acelerar el metabolismo de algunos medicamentos, potencialmente reduciendo su efectividad si se toman simultáneamente. Sin embargo, esta misma propiedad puede ser beneficiosa para acelerar la eliminación de toxinas y metabolitos dañinos. Las personas que toman medicamentos regularmente deben considerar espaciar la dihidromiricetina de sus medicamentos por al menos 2-4 horas para evitar interacciones farmacológicas.

¿Sabías que la dihidromiricetina tiene un efecto específico sobre la regulación de la temperatura corporal?

Su modulación de los receptores GABA-A afecta los centros hipotalámicos de termorregulación, ayudando a mantener la temperatura corporal estable durante el consumo de alcohol. El alcohol normalmente causa vasodilatación periférica que puede llevar a pérdida excesiva de calor y hipotermia. La dihidromiricetina puede contrarrestar parcialmente estos efectos, manteniendo una regulación térmica más normal. Este efecto termorregulador es especialmente importante en ambientes fríos donde la combinación de alcohol y exposición al frío puede ser peligrosa.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede mejorar la función digestiva al proteger la mucosa gastrointestinal?

Su actividad antioxidante y antiinflamatoria proporciona protección específica contra la gastritis inducida por alcohol y puede reducir la permeabilidad intestinal excesiva. La dihidromiricetina estimula la producción de mucinas protectoras en el estómago y mejora la integridad de las uniones estrechas intestinales. Este efecto gastroprotector puede prevenir o reducir síntomas como náuseas, ardor estomacal y malestar digestivo asociados con el consumo de alcohol. También puede ayudar a mantener una microbiota intestinal más saludable al reducir la inflamación intestinal.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede afectar la percepción del dolor de manera similar a algunos analgésicos?

Su modulación de los sistemas GABAérgicos puede influir en la percepción del dolor al afectar las vías descendentes de inhibición del dolor en el sistema nervioso central. Este efecto analgésico suave puede contribuir a reducir las cefaleas asociadas con la resaca, pero también puede proporcionar alivio minor para otros tipos de dolor. El mecanismo es diferente al de los opioides o AINEs, trabajando através de la modulación de la neurotransmisión inhibitoria. Este efecto sobre el dolor es secundario pero puede ser clínicamente relevante para personas con condiciones de dolor crónico.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede mejorar el rendimiento atlético al optimizar la coordinación neuromuscular?

Su efecto sobre la neurotransmisión GABAérgica puede mejorar la comunicación entre el sistema nervioso central y los músculos, resultando en mejor coordinación, tiempo de reacción más rápido y movimientos más precisos. Este beneficio es especialmente notable en deportes que requieren coordinación fina y decisiones rápidas. La dihidromiricetina puede ser particularmente valiosa para atletas que ocasionalmente consumen alcohol socialmente, ya que puede minimizar los efectos residuales en el rendimiento deportivo. Su efecto no es estimulante sino más bien "normalizador" de la función neuromuscular.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede influir en los ritmos circadianos al modular la señalización GABAérgica en el núcleo supraquiasmático?

El núcleo supraquiasmático del hipotálamo, que controla los ritmos circadianos, utiliza señalización GABAérgica para coordinar los ciclos de sueño-vigilia. La modulación de estos receptores por la dihidromiricetina puede ayudar a estabilizar los ritmos circadianos disrumpidos por el consumo nocturno de alcohol. Este efecto puede reducir el jet lag social y mejorar la sincronización del sueño después de eventos sociales nocturnos. La capacidad de la dihidromiricetina para normalizar la función GABAérgica puede ayudar a restaurar patrones de sueño saludables más rápidamente.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede modular la liberación de hormonas del estrés durante el consumo de alcohol?

El alcohol típicamente eleva los niveles de cortisol y otras hormonas del estrés, contribuyendo a la ansiedad y los trastornos del sueño asociados con la resaca. La dihidromiricetina puede modular esta respuesta hormonal al influir en los circuitos hipotálamo-hipófisis-adrenal através de sus efectos GABAérgicos. Esta modulación puede resultar en una respuesta de estrés más controlada durante y después del consumo de alcohol, reduciendo la ansiedad de rebote y mejorando la recuperación general. El efecto se traduce en menor irritabilidad y mejor estado de ánimo al día siguiente.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede mejorar la función visual al proteger las células de la retina del estrés oxidativo?

Su potente actividad antioxidante puede proteger específicamente las células fotorreceptoras de la retina, que son especialmente vulnerables al daño oxidativo. Este efecto es particularmente relevante para personas que consumen alcohol regularmente, ya que el alcohol puede contribuir a la degeneración retinal através del estrés oxidativo. La dihidromiricetina puede ayudar a mantener la agudeza visual y reducir problemas como la visión borrosa asociada tanto con la intoxicación como con la resaca. Su protección antioxidante se extiende también a otras estructuras oculares como el cristalino y la córnea.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede influir en el apetito y el metabolismo de manera diferente según el estado de intoxicación?

Durante la intoxicación, puede reducir los antojos típicos de comida grasa y azucarada inducidos por el alcohol al modular las vías de recompensa en el cerebro. En estados de sobriedad, puede ayudar a normalizar el apetito y mejorar la sensibilidad a la insulina. Este efecto dual se debe a su modulación de diferentes circuitos neurales según el contexto neuroquímico. La capacidad de influir en las decisiones alimentarias puede ser especialmente valiosa para personas que luchan con comer en exceso relacionado con el consumo social de alcohol.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede mejorar la función renal al reducir el estrés oxidativo en los túbulos renales?

Los riñones son especialmente vulnerables al daño oxidativo durante el metabolismo del alcohol. La dihidromiricetina proporciona protección específica a las células tubulares renales, que son responsables de concentrar la orina y mantener el equilibrio electrolítico. Su efecto protector puede reducir la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos asociados con el consumo de alcohol. Esta protección renal puede contribuir a reducir los dolores de cabeza y la fatiga típicos de la resaca, que a menudo están relacionados con la deshidratación y los desequilibrios de sodio y potasio.

¿Sabías que la dihidromiricetina puede modular la expresión génica relacionada con la respuesta al alcohol?

Su actividad puede influir en la expresión de genes involucrados en el metabolismo del alcohol, la respuesta al estrés oxidativo y la neurotransmisión GABAérgica. Estos efectos epigenéticos pueden contribuir a sus beneficios a largo plazo y explicar por qué su uso regular puede mejorar la tolerancia general al alcohol y reducir sus efectos negativos acumulativos. La modulación génica también puede influir en la producción de enzimas antioxidantes endógenas, amplificando sus efectos protectores naturales. Este nivel de acción molecular puede contribuir a beneficios que se extienden más allá del período inmediato de consumo.

¿Sabías que la dihidromiricetina tiene un sabor naturalmente amargo que puede servir como indicador de su pureza y potencia?

El sabor amargo característico de la dihidromiricetina se debe a su estructura flavonoide específica y puede servir como una prueba organoléptica simple de su autenticidad. Los productos muy procesados o diluidos típicamente tienen menos intensidad de sabor. La amargura también puede activar los receptores gustativos amargos, que están conectados con vías que pueden potenciar algunos de sus efectos digestivos y metabólicos. Esta característica sensorial puede ser útil para los usuarios para evaluar la calidad del producto que están consumiendo.

Protección hepática avanzada y desintoxicación optimizada

La dihidromiricetina ofrece una protección hepática multifacética que va mucho más allá de la simple desintoxicación del alcohol. Este flavonoide activa específicamente las enzimas del citocromo P450, particularmente CYP2E1 y CYP1A2, que son cruciales para metabolizar no solo el etanol sino también una amplia gama de toxinas ambientales, medicamentos y compuestos xenobióticos. Su mecanismo hepatoprotector incluye la estimulación de la síntesis de glutatión, el antioxidante maestro del hígado, mientras simultáneamente reduce la peroxidación lipídica que puede dañar las membranas celulares hepáticas. La dihidromiricetina también promueve la regeneración de hepatocitos dañados al activar vías de señalización que estimulan la proliferación celular controlada. Además, este compuesto mejora la función biliar, facilitando la eliminación de toxinas conjugadas y reduciendo la carga tóxica general del organismo. Su efecto hepatoprotector es especialmente valioso para personas expuestas regularmente a toxinas ambientales, medicamentos hepatotóxicos, o aquellas que buscan optimizar su capacidad natural de desintoxicación.

Modulación específica de los efectos neurológicos del alcohol

La capacidad única de la dihidromiricetina para contrarrestar los efectos del alcohol a nivel del sistema nervioso central la distingue de cualquier otro compuesto natural. Actúa como un modulador alostérico negativo de los receptores GABA-A, específicamente oponiéndose a la potenciación GABAérgica causada por el etanol sin interferir con la función normal de estos receptores cruciales para la relajación y el sueño. Este mecanismo permite que la dihidromiricetina reduzca efectivamente la sedación, la pérdida de coordinación motora y el deterioro cognitivo asociados con el consumo de alcohol. También interfiere con los efectos del alcohol sobre los canales de calcio dependientes de voltaje, ayudando a mantener la función sináptica normal. La dihidromiricetina puede reducir significativamente la duración e intensidad de la intoxicación alcohólica, acelerando el retorno a un estado neurológico baseline sin crear dependencia o tolerancia. Este efecto es particularmente valioso para situaciones donde se necesita mantener la claridad mental y la coordinación física después del consumo social de alcohol.

Reducción significativa de los síntomas de resaca

Los efectos de la dihidromiricetina en la prevención y reducción de la resaca están respaldados por su acción multisistémica sobre los mecanismos fisiopatológicos subyacentes. Durante el metabolismo del alcohol, se produce acetaldehído, un compuesto altamente tóxico responsable de muchos síntomas de resaca como náuseas, dolor de cabeza y malestar general. La dihidromiricetina acelera significativamente la conversión de acetaldehído en acetato, un compuesto inofensivo, reduciendo así la duración de exposición a esta toxina. Además, este flavonoide contrarresta la deshidratación celular causada por el alcohol al mejorar la función de la bomba sodio-potasio y mantener el equilibrio electrolítico. Su efecto antiinflamatorio reduce la neuroinflamación que contribuye al dolor de cabeza y la sensibilidad a la luz típicos de la resaca. La dihidromiricetina también estabiliza los niveles de glucosa sanguínea, previniendo la hipoglucemia reactiva que puede causar fatiga, irritabilidad y antojos de azúcar al día siguiente del consumo de alcohol.

Neuroprotección integral y mejora de la función cognitiva

La dihidromiricetina proporciona neuroprotección robusta a través de múltiples mecanismos que van mucho más allá de sus efectos relacionados con el alcohol. Su potente actividad antioxidante protege las neuronas del daño causado por radicales libres y especies reactivas de oxígeno, que pueden acelerar el envejecimiento cerebral y contribuir a enfermedades neurodegenerativas. Este compuesto también modula la neuroinflamación al inhibir la activación microglial excesiva y reducir la liberación de citoquinas proinflamatorias en el tejido cerebral. La dihidromiricetina mejora la plasticidad sináptica al promover la expresión de factores neurotróficos como BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), lo que facilita la formación de nuevas conexiones neurales y mejora la capacidad de aprendizaje. Además, este flavonoide optimiza el flujo sanguíneo cerebral al mejorar la función endotelial de los vasos cerebrales, asegurando un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes al tejido nervioso. Sus efectos neuroprotectores son especialmente valiosos para el envejecimiento saludable del cerebro y la prevención del deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Potente actividad antioxidante sistémica

La dihidromiricetina exhibe una actividad antioxidante excepcionalmente potente que supera a muchos otros flavonoides conocidos. Su estructura molecular única le permite neutralizar eficientemente varios tipos de radicales libres, incluyendo radicales hidroxilo, superóxido y peroxilo, que pueden dañar proteínas, lípidos y ADN celular. Este compuesto también activa las vías antioxidantes endógenas del cuerpo, particularmente el sistema Nrf2-ARE, que regula la expresión de enzimas antioxidantes como superóxido dismutasa, catalasa y glutatión peroxidasa. La dihidromiricetina es especialmente efectiva protegiendo las membranas celulares de la peroxidación lipídica, un proceso que puede comprometer la integridad celular y acelerar el envejecimiento. Su capacidad para regenerar otros antioxidantes como las vitaminas C y E amplifica su efecto protector general. Esta actividad antioxidante sistémica contribuye a la protección cardiovascular, la salud de la piel, y la prevención del daño oxidativo en todos los órganos y sistemas del cuerpo.

Mejora de la calidad del sueño y regulación del descanso

La dihidromiricetina tiene efectos únicos sobre la arquitectura del sueño que van más allá de simplemente contrarrestar la disrupción causada por el alcohol. Este compuesto modula suavemente los ritmos circadianos al influir en la producción de melatonina y la regulación de los neurotransmisores que controlan el ciclo sueño-vigilia. A diferencia de muchos sedantes que pueden crear dependencia, la dihidromiricetina promueve un sueño más natural y reparador sin causar somnolencia residual al día siguiente. Su efecto sobre los receptores GABA-A es modulatorio más que inhibitorio directo, lo que permite mantener los patrones normales de sueño REM y sueño profundo. Para personas que consumen alcohol regularmente, la dihidromiricetina puede restaurar la calidad del sueño al prevenir la fragmentación típica del sueño inducida por el alcohol y reducir los despertares nocturnos. También ayuda a mantener la temperatura corporal estable durante la noche, evitando los episodios de sudoración nocturna comunes después del consumo de alcohol. Esta mejora en la calidad del sueño se traduce en mejor recuperación física, consolidación de la memoria y regulación hormonal.

Apoyo cardiovascular y regulación de la presión arterial

Los efectos cardiovasculares de la dihidromiricetina incluyen múltiples mecanismos que promueven la salud del corazón y la circulación. Este flavonoide mejora significativamente la función endotelial al aumentar la producción de óxido nítrico, un vasodilatador natural que ayuda a mantener la flexibilidad arterial y regular la presión sanguínea. Su actividad antioxidante protege las lipoproteínas de baja densidad (LDL) de la oxidación, un proceso clave en el desarrollo de la aterosclerosis. La dihidromiricetina también exhibe propiedades antitrombóticas suaves, reduciendo la agregación plaquetaria excesiva sin interferir con la coagulación normal necesaria para la cicatrización. Además, este compuesto puede mejorar el perfil lipídico al modular el metabolismo del colesterol y reducir los triglicéridos elevados. Para personas con hipertensión leve a moderada, la dihidromiricetina puede proporcionar un apoyo natural para la regulación de la presión arterial a través de sus efectos vasodilatadores y su capacidad para reducir el estrés oxidativo vascular. Su efecto cardioprotector es especialmente valioso para personas que consumen alcohol regularmente, ya que puede mitigar algunos de los efectos cardiovasculares negativos del etanol crónico.

Propiedades antiinflamatorias avanzadas

La dihidromiricetina posee propiedades antiinflamatorias potentes que actúan a múltiples niveles de la cascada inflamatoria. Este compuesto inhibe específicamente la activación del factor nuclear kappa-B (NF-κB), un regulador maestro de la respuesta inflamatoria que controla la expresión de numerosas citoquinas proinflamatorias como TNF-α, IL-1β e IL-6. También modula las vías de señalización de las prostaglandinas al influir en la actividad de las enzimas ciclooxigenasa, reduciendo la producción de mediadores inflamatorios sin los efectos secundarios gastrointestinales de los AINEs tradicionales. La dihidromiricetina es particularmente efectiva reduciendo la inflamación crónica de bajo grado, un factor subyacente en muchas enfermedades relacionadas con la edad y el síndrome metabólico. Su efecto antiinflamatorio se extiende al sistema nervioso, donde puede reducir la neuroinflamación asociada con el estrés crónico, el envejecimiento cerebral y la exposición a toxinas. Esta actividad antiinflamatoria sistémica contribuye a la salud general de las articulaciones, la piel, el sistema digestivo y prácticamente todos los órganos del cuerpo.

Regulación metabólica y sensibilidad a la insulina

La dihidromiricetina influye positivamente en varios aspectos del metabolismo energético y la regulación glucémica. Este flavonoide mejora la sensibilidad a la insulina al activar vías de señalización que facilitan la captación de glucosa por las células musculares y adiposas. También modula la actividad de enzimas clave en el metabolismo de la glucosa, incluyendo la glucoquinasa hepática y la fosfofructoquinasa, optimizando la utilización de glucosa como combustible. La dihidromiricetina puede influir en el metabolismo lipídico al activar la proteína quinasa activada por AMP (AMPK), una enzima que actúa como un "sensor energético" celular y promueve la oxidación de ácidos grasos. Este efecto metabólico puede ayudar a mantener un peso corporal saludable y mejorar la composición corporal. Además, este compuesto puede modular la producción de adipoquinas, las hormonas producidas por el tejido adiposo que influyen en el metabolismo y la inflamación sistémica. Para personas con resistencia a la insulina o síndrome metabólico, la dihidromiricetina puede proporcionar un apoyo natural para la regulación metabólica cuando se combina con cambios apropiados en el estilo de vida.

Apoyo para la función digestiva y salud gastrointestinal

Los efectos de la dihidromiricetina en el sistema digestivo incluyen tanto protección directa de la mucosa gastrointestinal como modulación de la microbiota intestinal. Este compuesto ejerce efectos gastroprotectores al estimular la producción de mucina y prostaglandinas protectoras que fortalecen la barrera mucosa del estómago. Su actividad antioxidante y antiinflamatoria ayuda a proteger el revestimiento intestinal del daño causado por el estrés oxidativo, toxinas alimentarias y irritantes químicos. La dihidromiricetina también puede modular beneficiosamente la composición de la microbiota intestinal, promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas mientras inhibe el crecimiento excesivo de patógenos oportunistas. Este efecto prebiótico indirecto contribuye a una mejor función digestiva, mayor producción de ácidos grasos de cadena corta, y fortalecimiento del sistema inmunitario asociado al intestino. Para personas que consumen alcohol regularmente, la dihidromiricetina puede ayudar a proteger contra la irritación gastrointestinal y mantener la integridad de la barrera intestinal, reduciendo el riesgo de síndrome de intestino permeable y las consecuencias sistémicas asociadas.

Imagina que tu cuerpo es una ciudad después de una fiesta

Cuando tomas alcohol, es como si en tu ciudad corporal se organizara una gran celebración. Las calles se llenan de ruido, los sistemas de limpieza se ralentizan y muchas fábricas (tus células) empiezan a funcionar de manera irregular. El centro de control, que es tu cerebro, también se ve afectado: las decisiones se vuelven más lentas, las emociones se desordenan y el equilibrio se pierde. Esto ocurre porque el alcohol interfiere con los sistemas de comunicación del cerebro, especialmente con los que mantienen la calma y el orden.

El alcohol y el botón de “dormir todo”

En el cerebro hay un sistema llamado GABA, que actúa como un botón de apagado suave. Cuando este sistema se activa, el cuerpo se relaja, la mente se calma y los estímulos se reducen. El alcohol presiona este botón de forma exagerada, haciendo que te sientas adormecido, torpe o desinhibido. Además, impide que otros sistemas —como el del pensamiento lógico o la coordinación muscular— hagan bien su trabajo. Es como si el alcohol secuestrara los controles y bajara las palancas sin cuidado.

Aquí entra la dihidromiricetina como el mediador sobrio

La dihidromiricetina, o DHM, es como un mediador que aparece cuando la ciudad empieza a desordenarse. Su principal talento es interactuar con los mismos interruptores que usa el alcohol, pero en lugar de apagarlos aún más, restaura el equilibrio. Actúa sobre los receptores GABA-A, pero en vez de sobreexcitar ese sistema, lo regula. Es como si dijera: “Ok, todos tranquilos, que vuelva el control”.

Gracias a eso, contrarresta parte de los efectos del alcohol, disminuyendo la sensación de embriaguez, y ayudando a que el cerebro recupere su claridad más rápido.

El escuadrón de limpieza del hígado

Además de actuar en el cerebro, la dihidromiricetina también apoya al hígado, que es el gran centro de reciclaje de la ciudad. El hígado se encarga de descomponer el alcohol en sustancias que el cuerpo pueda eliminar. DHM ayuda a acelerar este proceso, haciendo que las enzimas que degradan el alcohol trabajen de forma más eficiente. También reduce el daño oxidativo generado durante esta limpieza, protegiendo las células hepáticas del desgaste.

Es como si enviara un grupo extra de obreros con mejores herramientas para recoger los residuos y proteger las máquinas más delicadas.

Equilibrio emocional y mental en situaciones exigentes

Más allá del alcohol, la DHM también modula otros sistemas del cerebro relacionados con el ánimo, el estrés y la vigilia. Al restaurar el balance entre los sistemas de relajación (como GABA) y los de alerta (como el glutamato), puede ayudar a recuperar un estado de calma lúcida. Por eso se estudia también su efecto en la ansiedad, el insomnio y los estados de agitación nerviosa.

No es un sedante ni un estimulante, sino más bien un afinador que ajusta las cuerdas para que suenen armónicas.

En resumen: un restaurador del orden neuroquímico

Imagina que la dihidromiricetina es como un equipo de restauración que llega justo después de un terremoto químico provocado por el alcohol. Repara los centros de control del cerebro, ayuda a los sistemas de limpieza a procesar los desechos, protege las estructuras más delicadas y asegura que todo vuelva a estar en su sitio.

No solo limpia el desastre, sino que deja el sistema mejor afinado que antes.

Modulación del Metabolismo del Alcohol

La DHM actúa como un potente regulador de la alcohol deshidrogenasa (ADH) y la aldehído deshidrogenasa (ALDH), acelerando la conversión del alcohol a acetaldehído y posteriormente a acetato. Este mecanismo implica la activación directa de las enzimas metabolizadoras y la regulación de su expresión génica. Además, inhibe la acumulación de NADH inducida por el alcohol, manteniendo el equilibrio redox celular.

Hepatoprotección y Regeneración

Activa las vías de señalización Nrf2/HO-1, estimulando la producción de enzimas antioxidantes endógenas como la glutatión peroxidasa y superóxido dismutasa. Regula la expresión de factores de transcripción relacionados con la regeneración hepática, incluyendo HNF-4α y C/EBPβ. Inhibe la activación de células estelares hepáticas mediante la supresión de TGF-β1 y la modulación de vías profibróticas.

Regulación de la Inflamación Hepática

Suprime la activación de NF-κB y la producción de citocinas proinflamatorias como TNF-α, IL-1β e IL-6. Modula la polarización de macrófagos hacia un fenotipo antiinflamatorio M2, reduciendo la inflamación hepática crónica. Inhibe la infiltración de células inflamatorias mediante la regulación de moléculas de adhesión.

Neuroprotección y Función GABA

Actúa como modulador alostérico positivo de receptores GABA-A, sin los efectos secundarios típicos de los benzodiacepinas. Regula la neurotransmisión GABAérgica y glutamatérgica, manteniendo el equilibrio excitatorio-inhibitorio en el sistema nervioso central. Reduce la excitotoxicidad neuronal mediante la modulación de la señalización de calcio.

Regulación Metabólica

Activa la AMPK, promoviendo la oxidación de ácidos grasos y mejorando la sensibilidad a la insulina. Modula la expresión de genes relacionados con el metabolismo lipídico, incluyendo SREBP-1c y PPARα. Optimiza la función mitocondrial y la biogénesis a través de la regulación de PGC-1α.

Modulación del Estrés Oxidativo

Neutraliza directamente especies reactivas de oxígeno y nitrógeno. Activa sistemas antioxidantes endógenos mediante la regulación de factores de transcripción como Nrf2. Protege las membranas celulares de la peroxidación lipídica y mantiene la integridad mitocondrial.

Regulación de la Apoptosis

Modula las vías de señalización apoptóticas, incluyendo la regulación de proteínas Bcl-2 y caspasas. Protege contra la muerte celular inducida por toxinas mediante la estabilización de la membrana mitocondrial y la reducción del estrés del retículo endoplásmico.

Control del Metabolismo Glucídico

Mejora la señalización de insulina mediante la activación de IRS-1 y PI3K/Akt. Regula la expresión de transportadores de glucosa GLUT4 y enzimas glucolíticas clave. Optimiza el almacenamiento y utilización de glucógeno hepático.

Modulación Inmunológica

Regula la activación de células T y la producción de citocinas mediante la modulación de factores de transcripción como STAT3. Optimiza la función de células presentadoras de antígenos y la respuesta inmune adaptativa. Controla la inflamación sistémica mediante la regulación de la señalización de NFκB.

Protección Cardiovascular

Mejora la función endotelial mediante la activación de eNOS y la producción de óxido nítrico. Regula el metabolismo lipídico vascular y reduce la formación de placas ateroscleróticas. Protege contra el daño por isquemia-reperfusión mediante mecanismos antioxidantes y antiinflamatorios.

Reducción de los efectos del alcohol y recuperación post-consumo

Dosificación: tomar 1 cápsula (400mg) inmediatamente después de finalizar el consumo de alcohol como dosis inicial. Para una recuperación más completa, utilizar una dosis terapéutica de 2 cápsulas (800mg) tomadas dentro de los primeros 30 a 60 minutos posteriores a la última bebida. En casos de consumo elevado o prolongado, puede emplearse una dosis avanzada de 3 cápsulas (1200mg), repartidas en dos tomas dentro de las 2 horas posteriores.

Frecuencia de administración: debe tomarse después de consumir alcohol, nunca antes. Tomarlo antes bloquearía el efecto del alcohol, reduciendo su percepción y anulando parcialmente su efecto recreativo. Se recomienda acompañar la cápsula con agua y, si es posible, con una comida ligera para reducir el malestar gástrico.

Duración total del ciclo: uso puntual. Si se utiliza de forma frecuente (más de 2 o 3 veces por semana), se recomienda realizar una pausa de 5 a 7 días cada 4 semanas. No requiere uso diario si no se ha consumido alcohol.

Soporte hepático y protección antioxidante

Dosificación: como dosis de mantenimiento, tomar 1 cápsula diaria (400mg). En protocolos de desintoxicación hepática o como protección frente a daño hepático leve, emplear una dosis terapéutica de 2 cápsulas al día (800mg), divididas en dos tomas. En fases intensivas, como durante recuperación post-medicación o tras exposición tóxica, puede utilizarse una dosis avanzada de 3 cápsulas (1200mg) al día, divididas entre desayuno, comida y cena.

Frecuencia de administración: tomar con alimentos, preferiblemente junto a comidas principales. La combinación con otros hepatoprotectores como silimarina o NAC puede potenciar su efecto, pero deben tomarse en horarios diferentes para evitar saturación hepática.

Duración total del ciclo: 8 a 12 semanas continuas, seguido de una pausa breve de 5 días. Para mantenimiento, 1 cápsula diaria puede usarse por ciclos prolongados sin pausa obligatoria.

Reducción de ansiedad y excitación nerviosa

Dosificación: comenzar con una cápsula diaria (400mg) como dosis inicial. Si el efecto es leve, pasar a una dosis terapéutica de 2 cápsulas al día (800mg), una por la mañana y otra al atardecer. En estados de ansiedad aguda o agitación nerviosa intensa, puede utilizarse una dosis avanzada de 3 cápsulas (1200mg), sin exceder una cápsula por toma.

Frecuencia de administración: tomar con el estómago parcialmente vacío, lejos de comidas pesadas. Para ansiedad diurna, distribuir las tomas entre mañana y tarde. Para ansiedad nocturna, tomar la última cápsula 45 minutos antes de dormir.

Duración total del ciclo: 6 a 8 semanas continuas. Luego, descansar 5 a 7 días y reiniciar si es necesario. Para uso prolongado, mantener 1 cápsula diaria como dosis de base.

Optimización del sueño profundo y restaurador

Dosificación: iniciar con 1 cápsula (400mg) una hora antes de dormir. Si no hay mejoría, aumentar a dosis terapéutica de 2 cápsulas (800mg), 45 minutos antes de acostarse. En casos de insomnio resistente o sueño fragmentado, puede utilizarse dosis avanzada de 3 cápsulas (1200mg), repartidas en una toma inicial y otra justo antes de dormir.

Frecuencia de administración: tomar siempre con el estómago vacío o 2 a 3 horas después de cenar. Evitar la combinación con alcohol o suplementos estimulantes. Puede combinarse con melatonina en baja dosis si se busca una inducción más rápida del sueño.

Duración total del ciclo: 4 a 6 semanas continuas. Luego, descansar 1 semana antes de reiniciar si es necesario. En casos de insomnio crónico, mantener una cápsula diaria como soporte prolongado.

Recuperación cognitiva después de intoxicación o fatiga

Dosificación: usar una dosis terapéutica de 2 cápsulas (800mg) al día, una en la mañana y otra a media tarde. En casos de niebla mental persistente tras consumo de alcohol, privación de sueño o exposición a tóxicos, puede emplearse una dosis avanzada de 3 cápsulas (1200mg) diarias durante 5 a 7 días.

Frecuencia de administración: tomar con el estómago parcialmente vacío para mejorar absorción. Es preferible evitar su uso antes de acostarse en estos casos, ya que puede tener un efecto levemente activador en algunas personas.

Duración total del ciclo: 1 a 2 semanas como protocolo de recuperación intensiva. En procesos prolongados, mantener 1 cápsula diaria por 3 semanas adicionales. No requiere descanso si se usa por menos de 4 semanas seguidas.

Protección Hepática

Metabolismo del Alcohol

  • Benfotiamina (Vitamina B1): Optimiza el metabolismo del alcohol y apoya la función hepática durante la desintoxicación etílica.
  • Vitamina C liposomal: Mejora la capacidad antioxidante y apoya la regeneración hepática durante el metabolismo del alcohol.

Soporte Metabólico

  • Ácido Alfa Lipoico (R-ALA): Potencia los efectos antioxidantes y mejora la sensibilidad a la insulina, complementando la acción metabólica de DHM.
  • Berberina liposomal: Optimiza el metabolismo de la glucosa y apoya la función hepática, trabajando sinérgicamente con DHM en la regulación metabólica.

Detoxificación

  • Glutatión liposomal: Potencia la capacidad de desintoxicación hepática y mejora la eliminación de toxinas, complementando la acción de DHM.
  • Selenio: Actúa como cofactor en enzimas antioxidantes, mejorando la capacidad de DHM para proteger contra el estrés oxidativo.

Soporte Neurológico

  • Ocho Magnesios: Optimiza la función del sistema GABA y reduce la excitotoxicidad, potenciando los efectos neuroprotectores de DHM.
  • Taurina: Mejora la función de neurotransmisores y apoya la protección neuronal, complementando los efectos de DHM en el sistema nervioso.

¿Debo tomar la Dihidromiricetina antes o después de beber alcohol?

Siempre debe tomarse después de beber. Si la tomas antes, puede bloquear parte del efecto del alcohol y reducir su impacto recreativo, lo cual no es el objetivo para la mayoría de los usuarios. Lo ideal es tomarla en los 30 a 60 minutos posteriores a la última bebida. Esto ayuda a reducir la resaca, acelerar la recuperación y proteger al cerebro y al hígado de los efectos del alcohol, sin interferir con la experiencia.

¿Puedo tomarla incluso si solo bebí una o dos copas?

Sí. Aunque hayas consumido una cantidad moderada de alcohol, la Dihidromiricetina puede ayudar a proteger el hígado, reducir el impacto oxidativo y evitar los efectos acumulativos que pueden aparecer con el tiempo. Además, incluso en pequeñas cantidades de alcohol, algunas personas son más sensibles a la resaca, al insomnio o a la fatiga del día siguiente, y este suplemento puede ser útil para prevenirlo.

¿Cuánto tiempo después de beber es efectivo tomarla?

Lo ideal es tomarla dentro de la primera hora después de la última copa. Sin embargo, puede seguir siendo útil hasta 3 o 4 horas después, especialmente si aún hay alcohol en el sistema o si se busca reducir síntomas como fatiga, náuseas o niebla mental. Cuanto antes se tome tras el consumo, mayor será su eficacia protectora y regenerativa.

¿Puedo tomar Dihidromiricetina si ya estoy tomando otro suplemento para el hígado?

Sí, pero es mejor espaciar las tomas. Si estás usando silimarina, NAC u otro hepatoprotector, deja al menos 4 horas de diferencia entre ellos. Esto permite que cada compuesto actúe sin interferencia en su absorción o metabolismo. También se recomienda evaluar la respuesta individual antes de combinarlos de forma regular.

¿Genera sueño o somnolencia?

No necesariamente. En la mayoría de las personas, la Dihidromiricetina tiene un efecto regulador del sistema nervioso, pero no sedante. Puede facilitar el sueño si se toma en la noche tras el alcohol, ya que ayuda a restaurar el equilibrio neuroquímico alterado por el etanol. Sin embargo, en algunos individuos sensibles puede generar ligera relajación o letargo, especialmente en dosis altas.

¿Se puede tomar sin haber consumido alcohol?

Sí. La Dihidromiricetina también se utiliza como modulador del GABA y como antioxidante neuroprotector, por lo que puede tomarse en protocolos para ansiedad, sueño, estrés, o soporte hepático. En estos casos, se adapta la dosis y se toma lejos de las comidas o en momentos estratégicos del día según el objetivo.

¿Es segura para tomar varias veces por semana?

Sí, en general es segura para uso frecuente, incluso 3 a 4 veces por semana. Sin embargo, si se utiliza más de 5 veces por semana durante varios meses, se recomienda hacer pausas de al menos 5 a 7 días cada 4 semanas para evitar adaptación o pérdida de sensibilidad. No es necesario tomarla todos los días si no hay consumo de alcohol o una razón terapéutica concreta.

¿Se puede combinar con otros suplementos para el sueño?

Sí, pero debe hacerse con precaución. Puede combinarse con melatonina (1 a 3mg), teanina, GABA o extracto de pasiflora, especialmente si se busca un protocolo para descanso o insomnio tras beber. Evita combinarla con sedantes potentes o hipnóticos farmacológicos, ya que puede potenciar sus efectos y causar excesiva relajación.

¿Puede ayudar si tengo ansiedad al día siguiente después de beber?

Sí. Uno de los efectos más interesantes de la Dihidromiricetina es su capacidad para reducir la activación nerviosa posterior al alcohol, que muchas veces se traduce en ansiedad, taquicardia o agitación. Tomarla al día siguiente en dosis baja (400mg) puede ayudar a recuperar el equilibrio mental y reducir estos síntomas sin causar dependencia.

¿Cuántas cápsulas puedo tomar como máximo en un solo día?

La dosis máxima recomendada para adultos sanos es de 3 cápsulas al día (1200mg), repartidas en 2 o 3 tomas. Superar esta cantidad puede no ser tóxico, pero tampoco garantiza un mayor beneficio y podría aumentar el riesgo de malestar gástrico o fatiga. Siempre es mejor ajustar la dosis a la necesidad real.

¿Se puede tomar si tengo hígado graso o enzimas hepáticas elevadas?

Sí, de hecho se ha investigado su potencial hepatoprotector y antioxidante en modelos de daño hepático. Puede ser útil como parte de un enfoque integral, especialmente si se combina con una dieta adecuada y otros nutrientes como colina o vitamina E. Sin embargo, en casos clínicos severos siempre debe informarse al médico tratante.

¿Qué pasa si la tomo con el estómago vacío?

Es seguro tomarla con el estómago vacío, pero en algunas personas sensibles puede generar leve molestia estomacal o náuseas. Lo ideal es tomarla con agua y después de una comida ligera, especialmente si se usan dosis superiores a una cápsula. Si se toma como suplemento para el sueño o ansiedad, puede tomarse 2 a 3 horas después de cenar.

¿Tiene efectos secundarios conocidos?

En personas sanas y a dosis estándar, no se han reportado efectos secundarios relevantes. En algunos casos aislados puede generar malestar digestivo, dolor de cabeza leve o somnolencia pasajera. Las reacciones adversas son muy poco frecuentes y suelen estar relacionadas con dosis excesivas o sensibilidad individual.

¿Puede ayudarme a dormir mejor después de una noche de copas?

Sí. Uno de los efectos más útiles de la Dihidromiricetina es su capacidad para normalizar el sistema GABA que queda desregulado tras consumir alcohol. Esto ayuda a evitar el “efecto rebote” que muchas veces interrumpe el sueño, especialmente a mitad de la noche. Tomarla justo al finalizar el consumo puede facilitar un sueño más profundo y sin interrupciones.

¿Sirve para evitar la resaca por completo?

No elimina la resaca al 100%, pero sí puede reducir muchos de sus síntomas, como fatiga, náuseas, dolor de cabeza, ansiedad, y sensación de embotamiento mental. Ayuda a acelerar el metabolismo del alcohol y a proteger los sistemas que suelen verse afectados. Su eficacia dependerá de la cantidad de alcohol consumido y de factores individuales como hidratación, alimentación y descanso.

¿La puedo tomar con bebidas energéticas o cafeína?

No se recomienda mezclarla con grandes dosis de cafeína o bebidas energéticas, ya que estos compuestos estimulan el sistema nervioso y pueden contrarrestar el efecto regulador de la Dihidromiricetina. Si necesitas energía al día siguiente, es mejor optar por hidratación adecuada, minerales como magnesio o suplementos suaves como rhodiola.

¿Tiene alguna interacción con medicamentos?

En general, no tiene interacciones clínicas significativas reportadas, pero debe evitarse su uso conjunto con benzodiacepinas, hipnóticos o sedantes potentes, ya que puede potenciar sus efectos. Si estás bajo tratamiento médico, es prudente dejar al menos 3 horas de separación o consultar sobre posibles sinergias.

¿Sirve si ya tengo resaca y no la tomé antes?

Sí. Aunque su uso ideal es justo después del consumo de alcohol, también puede ayudar si ya estás experimentando resaca. En este caso, tomar 1 a 2 cápsulas en la mañana, junto con agua y electrolitos, puede acelerar la recuperación, mejorar la claridad mental y disminuir el malestar digestivo o la ansiedad.

¿La Dihidromiricetina causa dependencia?

No. No actúa como un sedante directo ni genera tolerancia o hábito. Su acción es moduladora, no depresora del sistema nervioso. Por lo tanto, no causa dependencia ni síndrome de abstinencia. Puede usarse con tranquilidad incluso en personas que desean dejar de beber, como apoyo para regular el sistema GABA y facilitar la transición.

¿Puedo usarla como ayuda para dejar el alcohol?

Sí, y de hecho existen estudios experimentales que muestran que la Dihidromiricetina puede reducir el deseo compulsivo de beber (craving), normalizar los receptores alterados por el consumo crónico y ayudar a que el cerebro recupere el equilibrio neuroquímico. Aunque no reemplaza un tratamiento completo, puede ser una herramienta de apoyo valiosa en procesos de reducción o abandono del alcohol.

  • Almacenar en un lugar fresco y seco, protegido de la luz directa del sol
  • Mantener el frasco herméticamente cerrado cuando no esté en uso
  • La temperatura óptima de almacenamiento es entre 15-25°C
  • Evitar el consumo simultáneo con alcohol en personas con trastornos hepáticos graves
  • Espaciar la toma de DHM al menos 2 horas de otros medicamentos
  • No exceder la dosis recomendada pensando que proporcionará mayor protección
  • Mantener una hidratación adecuada durante el uso del suplemento
  • No usar como justificación para aumentar el consumo de alcohol
  • Si se experimenta malestar estomacal, tomar con alimentos ligeros
  • Evitar el uso durante períodos de descompensación hepática aguda
  • No almacenar en lugares húmedos como el baño
  • Verificar la integridad del sello antes de cada uso
  • Desechar el producto si muestra cambios en color, olor o consistencia
  • Mantener un registro de dosis cuando se usa para metabolismo del alcohol
  • No combinar con medicamentos hepatotóxicos
  • Evitar el uso simultáneo con alcohol en dosis excesivas
  • Si se presenta sensibilidad inusual, reducir la dosis
  • Utilizar una cuchara medidora limpia y seca para cada uso
  • No transferir a otros envases sin etiquetado adecuado
  • Durante viajes, mantener en el envase original
  • Evitar la exposición prolongada a temperaturas elevadas
  • No congelar el producto
  • En caso de molestias digestivas, tomar después de las comidas
  • Mantener un intervalo de al menos 4 horas entre dosis
  • No mezclar con bebidas calientes o muy ácidas
  • Cirrosis hepática descompensada
  • Hepatitis aguda severa
  • Insuficiencia hepática grave
  • Obstrucción biliar completa
  • Coagulopatías severas
  • Pancreatitis aguda
  • Dependencia alcohólica aguda
  • Trombocitopenia severa
  • Enfermedad hepática autoinmune en fase activa
  • Hipertensión portal severa con varices

Customer Reviews

Be the first to write a review
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)

Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar, curar ni prevenir ninguna enfermedad. Los efectos pueden variar entre individuos según factores como edad, genética, estado de salud y estilo de vida. La información proporcionada tiene fines educativos y no debe interpretarse como un consejo médico o terapéutico personalizado. Las declaraciones aquí mencionadas no han sido evaluadas por autoridades sanitarias y están destinadas únicamente a informar al consumidor sobre el producto y su uso potencial.