Apoyo a la Producción de Energía y Vitalidad General
Este protocolo está diseñado para personas que buscan respaldar sus niveles de energía celular, optimizar la función mitocondrial y mantener la vitalidad durante períodos de alta demanda física o mental. El NAD+ liofilizado puede contribuir a la restauración de los niveles de esta coenzima que naturalmente tienden a disminuir con la edad o durante períodos de estrés metabólico intenso.
• Dosificación inicial: Se recomienda comenzar con 50mg de NAD+ liofilizado reconstituido en solución salina estéril, administrado mediante inyección subcutánea o intramuscular. Esta dosis conservadora permite evaluar la tolerancia individual y familiarizarse con los efectos del NAD+ antes de incrementar. Para la mayoría de las personas, 50mg representa aproximadamente un décimo del vial de 500mg, lo que puede lograrse reconstituyendo el vial completo y administrando la cantidad apropiada según el volumen total de dilución.
• Progresión de dosificación: Después de 3-5 administraciones a 50mg con buena tolerancia, se puede aumentar gradualmente a 100mg por sesión. Tras otras 3-5 administraciones a 100mg, se puede incrementar a 150-200mg. La progresión continúa de manera escalonada: 200mg → 250mg → 300mg → 400mg → 500mg, aumentando cada 5-7 administraciones si la tolerancia es adecuada. Este enfoque gradual permite que el cuerpo se adapte a niveles crecientes de NAD+ y minimiza cualquier respuesta inicial no deseada.
• Dosificación de mantenimiento: Una vez que se ha establecido la tolerancia mediante la progresión gradual, la dosis estándar de mantenimiento es típicamente de 250-500mg por sesión. La dosis de 250mg es apropiada para mantenimiento regular, mientras que 500mg (un vial completo) puede utilizarse durante períodos de mayor demanda metabólica o para personas que han establecido que responden mejor a dosis más elevadas.
• Frecuencia de administración: Para el apoyo energético general, se ha observado que la administración de 2-3 veces por semana proporciona un respaldo continuo a los niveles celulares de NAD+. Durante la fase inicial con dosis bajas (50-100mg), puede ser apropiado administrar 3 veces por semana para mantener niveles más consistentes. Una vez alcanzadas dosis más altas (250-500mg), 2-3 veces por semana suele ser suficiente. La administración puede realizarse en días alternos o con un patrón de lunes-miércoles-viernes, permitiendo que el cuerpo mantenga niveles elevados de manera consistente.
• Momento del día: El momento de administración puede variar según las preferencias individuales, aunque muchas personas prefieren la administración matutina o en las primeras horas de la tarde para aprovechar el impulso energético durante las horas de mayor actividad. Comenzando con dosis bajas (50-100mg), algunas personas experimentan con la administración en diferentes momentos del día para determinar cuándo obtienen los mejores efectos sin interferir con el descanso nocturno.
• Relación con alimentos: La administración mediante inyección hace que la absorción sea independiente de la ingesta de alimentos, por lo que puede realizarse en ayunas o después de comer según la conveniencia personal. Sin embargo, algunos usuarios reportan mejor tolerancia cuando se administra con el estómago no completamente vacío, particularmente durante las primeras administraciones con dosis iniciales.
• Duración del ciclo: Un ciclo típico de apoyo energético puede extenderse de 8 a 12 semanas de administración continua, seguido de una pausa de 2-4 semanas. Durante las primeras 2-3 semanas del ciclo, mientras se establece la tolerancia con dosis bajas, el enfoque está en la adaptación. Las semanas 4-12 utilizan la dosis de mantenimiento establecida. Esta estructura de ciclos permite evaluar los efectos acumulativos mientras se da al organismo períodos de descanso. Algunos protocolos más prolongados utilizan ciclos de 3-6 meses con pausas de 3-4 semanas, particularmente para personas que buscan apoyo a largo plazo en la función mitocondrial.
• Consideraciones de timing circadiano: Dado que el NAD+ participa en la regulación de los ritmos circadianos, mantener un horario consistente de administración podría favorecer la sincronización metabólica. La administración matutina se alinea con los patrones naturales de actividad metabólica elevada durante las primeras horas del día.
Optimización del Rendimiento Físico y Recuperación Deportiva
Este protocolo está orientado a atletas, deportistas serios y personas físicamente activas que buscan respaldar la producción de energía muscular, la función mitocondrial en el tejido muscular y los procesos naturales de recuperación post-ejercicio. El NAD+ puede contribuir a la eficiencia metabólica durante el entrenamiento y apoyar los mecanismos de reparación celular que ocurren durante la recuperación.
• Dosificación inicial para atletas: Incluso para personas físicamente activas, se recomienda comenzar con 50mg por sesión durante las primeras 3-5 administraciones. Los atletas pueden progresar más rápidamente que la población general debido a su mayor capacidad metabólica: 50mg → 100mg → 200mg → 300mg → 400mg → 500mg, aumentando cada 3-5 administraciones si la tolerancia y respuesta son positivas.
• Dosificación de entrenamiento moderado: Durante fases de entrenamiento de volumen moderado o períodos base, una dosis de 150-250mg administrada 2-3 veces por semana puede respaldar adecuadamente la función mitocondrial muscular y la capacidad de recuperación una vez establecida la tolerancia.
• Dosificación pre-competencia o entrenamiento intenso: Durante fases de entrenamiento de alta intensidad o en preparación para competencias, después de haber completado la progresión gradual, se recomienda una dosis de 300-500mg por sesión. La dosis de 500mg (un vial completo) puede reservarse para períodos de máxima demanda física o durante competencias importantes, mientras que 300-400mg puede ser apropiado para el entrenamiento intenso regular.
• Frecuencia de administración para rendimiento: El protocolo más común para atletas es comenzar con 3 veces por semana durante la fase de adaptación con dosis bajas (50-200mg), luego ajustar a 2-3 veces por semana una vez alcanzadas dosis de mantenimiento (250-500mg) durante fases de entrenamiento intenso. Algunos protocolos más agresivos para períodos cortos de preparación para competencias importantes (2-4 semanas) utilizan administraciones de 3-4 veces por semana con dosis elevadas (400-500mg), seguidos de una reducción a 2 veces por semana para mantenimiento.
• Timing en relación con el entrenamiento: Una vez establecida la tolerancia con dosis adecuadas, la administración puede realizarse 2-4 horas antes de sesiones de entrenamiento importantes para apoyar la disponibilidad energética durante el ejercicio, o inmediatamente después del entrenamiento para respaldar los procesos de recuperación y reparación que se activan post-ejercicio. Durante la fase inicial con dosis bajas, la administración post-entrenamiento suele ser mejor tolerada. Muchos atletas prefieren la administración post-entrenamiento en días de alta intensidad, alternando con administración matutina en días de descanso o entrenamiento ligero.
• Timing según tipo de ejercicio: Para deportes de resistencia (ciclismo, running de larga distancia), después de completar la fase de adaptación, la administración en los días previos a eventos largos con dosis más elevadas (300-500mg) podría favorecer la optimización de las reservas metabólicas. Para deportes de fuerza y potencia, la administración post-entrenamiento con dosis progresivamente mayores puede alinearse mejor con los procesos de recuperación muscular y adaptación.
• Protocolo de adaptación inicial para atletas: Semanas 1-2: 50-100mg, 3 veces por semana. Semanas 3-4: 150-200mg, 3 veces por semana. Semanas 5 en adelante: 250-500mg, 2-3 veces por semana según la fase de entrenamiento.
• Duración del ciclo atlético: Los ciclos para deportistas típicamente siguen la periodización del entrenamiento. Durante fases de preparación o construcción (8-12 semanas), la administración puede ser continua a 2-3 veces por semana con dosis de mantenimiento establecidas. Durante fases de pico o competencia (2-4 semanas), la frecuencia puede aumentar a 3-4 veces por semana con dosis potencialmente más elevadas. Después de competencias importantes o al final de temporadas, una pausa de 3-4 semanas permite la recuperación completa. Un patrón anual podría incluir 2-3 ciclos de 10-12 semanas separados por pausas de 3-4 semanas, con cada ciclo comenzando con una mini-fase de re-adaptación de 1-2 semanas a dosis moderadas antes de volver a dosis completas.
• Combinación con otros nutrientes deportivos: Aunque el NAD+ liofilizado se administra de forma independiente, su uso puede coordinarse con otros suplementos orales comunes en nutrición deportiva. La administración no interfiere con la ingesta de proteínas, carbohidratos o electrolitos en la ventana post-entrenamiento.
Apoyo a la Función Cognitiva y Claridad Mental
Este protocolo está diseñado para personas que buscan respaldar la función cerebral óptima, la claridad mental, la concentración y los procesos cognitivos durante períodos de alta demanda intelectual o como parte de un programa de mantenimiento cognitivo a largo plazo. El NAD+ puede contribuir a la producción energética neuronal y apoyar los mecanismos neuroprotectores naturales.
• Dosificación inicial para apoyo cognitivo: Comenzar con 50mg por sesión durante las primeras 3-5 administraciones permite evaluar la respuesta cognitiva individual sin sobreestimulación. Algunas personas reportan mayor claridad mental incluso con estas dosis iniciales bajas, mientras que otras requieren dosis más elevadas para percibir efectos cognitivos notables.
• Progresión para función cerebral: La progresión recomendada es: 50mg → 100mg → 150mg → 200mg → 250mg → 300-500mg, aumentando cada 4-7 administraciones. Para apoyo cognitivo, muchas personas encuentran su dosis óptima en el rango de 200-350mg, aunque esto varía individualmente. No es necesario llegar a 500mg si se obtienen los efectos deseados con dosis menores.
• Dosificación para apoyo cognitivo estándar: Una vez completada la fase de adaptación, una dosis de 200-300mg por sesión es típicamente efectiva para el apoyo cognitivo general. Personas con demandas cognitivas particularmente altas (profesionales en campos altamente analíticos, estudiantes en períodos de exámenes intensivos, creativos en fases de producción intensa) pueden beneficiarse de dosis de 300-500mg durante períodos específicos de máxima exigencia mental.
• Dosificación para mantenimiento neurológico a largo plazo: Para el apoyo preventivo a la función cerebral como parte de un programa de bienestar cognitivo a largo plazo, después de la fase inicial de adaptación, una dosis de 150-250mg administrada 2 veces por semana puede ser suficiente durante ciclos prolongados.
• Frecuencia de administración cognitiva: Durante la fase inicial de adaptación (primeras 2-3 semanas), 3 veces por semana con dosis bajas (50-100mg) permite establecer tolerancia. Una vez establecida, el protocolo estándar para apoyo cognitivo es de 2-3 administraciones por semana con dosis de 200-350mg. Durante períodos de demanda cognitiva extraordinaria (preparación para exámenes importantes, proyectos intensivos, presentaciones críticas), la frecuencia puede aumentarse temporalmente a 3-4 veces por semana con dosis de 300-500mg durante 2-4 semanas.
• Timing óptimo para función cognitiva: La administración matutina, preferiblemente 1-2 horas después del despertar, podría favorecer la disponibilidad de NAD+ durante las horas de mayor actividad cognitiva del día. Durante la fase inicial con dosis bajas, es particularmente importante experimentar con el timing para evitar cualquier interferencia con el sueño si se administra muy tarde en el día. Para personas con patrones de trabajo nocturnos o creativos que trabajan en horas de la tarde-noche, el timing puede ajustarse para alinearse con sus períodos de mayor demanda mental.
• Patrón semanal para trabajo intelectual: Un patrón común una vez establecida la tolerancia es la administración los lunes y jueves (o martes y viernes) con 200-350mg, proporcionando apoyo al inicio y a mitad de la semana laboral. Alternativamente, algunos prefieren lunes-miércoles-viernes con dosis ligeramente menores (150-250mg) para una distribución más uniforme.
• Fase de adaptación cognitiva: Semanas 1-2: 50-100mg, 3 veces por semana, administración matutina. Semanas 3-4: 150-200mg, 2-3 veces por semana. Semanas 5 en adelante: 200-350mg, 2-3 veces por semana según demanda cognitiva.
• Duración del ciclo cognitivo: Ciclos de 10-12 semanas de administración continua seguidos de pausas de 2-3 semanas son comunes para el apoyo cognitivo. Para estudiantes, los ciclos pueden alinearse con los períodos académicos (semestres), con administración más frecuente durante el semestre y pausas durante las vacaciones. Para profesionales, ciclos de 3 meses seguidos de 3-4 semanas de descanso permiten evaluación continua de los beneficios mientras se proporcionan pausas regulares.
• Protocolo para proyectos intensivos específicos: Durante proyectos con fechas límite específicas (2-6 semanas), después de haber establecido tolerancia previamente, se puede implementar un protocolo intensivo de 3-4 administraciones semanales de 300-500mg, seguido de una pausa completa de 2-4 semanas después de completar el proyecto.
• Consideraciones circadianas para cognición: Mantener un horario consistente de administración podría respaldar la regulación circadiana óptima, lo cual es importante para la consolidación de la memoria y los procesos cognitivos que ocurren durante el sueño. Evitar la administración en horas nocturnas tardías, especialmente durante la fase de adaptación con dosis crecientes, permite que el patrón circadiano natural no se vea interferido.
Programa de Longevidad Celular y Bienestar a Largo Plazo
Este protocolo está orientado a personas interesadas en apoyar los procesos naturales de mantenimiento celular, la salud mitocondrial a largo plazo y los mecanismos que se han investigado en relación con el envejecimiento celular saludable. El enfoque es preventivo y de optimización general más que reactivo.
• Dosificación inicial para longevidad: Independientemente de la edad, todos deben comenzar con 50mg por sesión durante las primeras 3-5 administraciones para establecer tolerancia basal. Este enfoque conservador es particularmente importante en programas de longevidad que se planean mantener durante años.
• Progresión según edad y objetivos: Para personas de 30-45 años: progresión lenta de 50mg → 75mg → 100mg → 125-150mg, aumentando cada 5-7 administraciones. Para personas de 45-60 años: 50mg → 100mg → 150mg → 200-250mg, aumentando cada 5-7 administraciones. Para personas de 60+ años: 50mg → 100mg → 150mg → 200mg → 250-300mg, aumentando cada 5-7 administraciones. Esta progresión gradual es especialmente importante en protocolos de longevidad.
• Dosificación de mantenimiento a largo plazo: Después de completar la fase de adaptación (típicamente 6-10 semanas), la dosis de mantenimiento típica es: 100-150mg para personas en sus 30s-40s, 150-250mg para personas en sus 50s, y 200-300mg para personas de 60+ años. Estas dosis se mantienen de manera consistente durante los ciclos prolongados característicos de programas de longevidad.
• Frecuencia de mantenimiento a largo plazo: Durante la fase de adaptación inicial, 3 veces por semana con dosis progresivamente crecientes. Una vez establecida la dosis de mantenimiento, para programas de longevidad, una frecuencia de 2 veces por semana es típica y sostenible a largo plazo. Este patrón proporciona apoyo consistente sin ser excesivamente frecuente, permitiendo ciclos prolongados. Un patrón de lunes y jueves, o martes y viernes, distribuye las administraciones uniformemente a lo largo de la semana.
• Timing para programas preventivos: La administración puede realizarse en cualquier momento del día que sea consistente y conveniente, aunque muchas personas prefieren la mañana o media mañana para establecer una rutina regular. La consistencia en el timing puede respaldar la sincronización circadiana, lo cual es particularmente relevante en programas de longevidad que buscan optimizar todos los aspectos de la salud celular.
• Estructura de ciclos extendidos: Los programas de longevidad típicamente utilizan ciclos más largos que otros protocolos: 12-16 semanas de administración continua seguidas de pausas de 3-4 semanas. Las primeras 4-6 semanas de cada nuevo ciclo incluyen una fase de re-adaptación comenzando con dosis 30-50% menores que la dosis de mantenimiento establecida, antes de volver a la dosis completa. Algunos protocolos avanzados utilizan ciclos de 5-6 meses con pausas de 4-6 semanas, particularmente para personas que han estado usando NAD+ durante períodos prolongados (años) y han establecido buena tolerancia.
• Protocolo anual de longevidad: Año 1: Tres ciclos de adaptación de 12 semanas cada uno, con pausas de 3-4 semanas entre ciclos. Cada ciclo comienza desde dosis bajas y progresa. Año 2 en adelante: Tres ciclos de 12-16 semanas, cada uno comenzando con 2 semanas de re-adaptación a 60-70% de la dosis de mantenimiento, seguido de dosis completas el resto del ciclo. Pausas de 3-4 semanas entre ciclos.
• Patrón anual para optimización de longevidad: Un enfoque anual podría incluir 3 ciclos principales: uno en invierno-primavera (16 semanas), otro en verano (12-16 semanas), y un tercero en otoño (12-16 semanas), cada uno separado por pausas de 3-4 semanas. Esto proporciona aproximadamente 40-48 semanas de administración al año con 4-12 semanas totales de descanso. Cada nuevo ciclo comienza con una mini-fase de adaptación.
• Protocolo de refuerzo estacional: Algunos programas aumentan temporalmente la frecuencia a 3 veces por semana con dosis 20-30% más elevadas durante transiciones estacionales (2-3 semanas al inicio de cada estación) cuando el cuerpo puede experimentar mayor estrés adaptativo, regresando a 2 veces por semana con dosis estándar el resto del tiempo.
• Evaluación y ajuste a largo plazo: En programas de longevidad que se extienden por años, es prudente realizar evaluaciones periódicas (cada 6-12 meses) del bienestar general y ajustar la dosificación o frecuencia según la respuesta individual observada. Después de 2-3 años de uso continuo con ciclos, algunos individuos pueden experimentar beneficios sostenidos con dosis ligeramente reducidas o frecuencias de 1-2 veces por semana, mientras que otros mantienen su protocolo establecido.
Apoyo a la Recuperación y Revitalización Metabólica
Este protocolo está diseñado para personas que atraviesan períodos de fatiga pronunciada, recuperación de estrés físico o mental intenso, o que buscan revitalizar su función metabólica después de períodos de demanda extrema o hábitos subóptimos prolongados. El NAD+ puede contribuir a restaurar la función mitocondrial y apoyar los procesos naturales de regeneración celular.
• Dosificación inicial intensiva: Incluso en protocolos de recuperación, es fundamental comenzar con 50mg durante las primeras 3-5 administraciones para establecer tolerancia basal. La fase inicial de "carga" para revitalización requiere progresión más rápida pero controlada: 50mg → 100mg → 200mg → 300mg → 400-500mg, aumentando cada 3-4 administraciones durante las primeras 3-4 semanas.
• Fase intensiva de recuperación: Una vez alcanzada la tolerancia a dosis elevadas (típicamente en la semana 4-5), se implementa una fase intensiva de 3-4 semanas utilizando 400-500mg administrados 3-4 veces por semana. Esta fase busca restablecer rápidamente los niveles celulares de NAD+ que pueden haberse depletado significativamente.
• Dosificación de transición: Después de la fase intensiva (semanas 5-8 del protocolo total), se transiciona a una dosificación de 250-300mg administrada 2-3 veces por semana durante 4-6 semanas adicionales para consolidar los efectos de la fase inicial y permitir que el cuerpo optimice su metabolismo de NAD+ endógeno.
• Dosificación de mantenimiento post-recuperación: Una vez completadas las fases intensiva y de transición (total de 10-14 semanas), se puede continuar con un protocolo de mantenimiento de 150-250mg 2 veces por semana durante 4-6 semanas adicionales, o transicionar a uno de los otros protocolos según los objetivos a largo plazo.
• Frecuencia durante fase de adaptación inicial: Semanas 1-3: 3-4 veces por semana con dosis progresivas de 50mg → 200mg. Esta frecuencia mayor con dosis crecientes permite adaptación rápida que es apropiada en contextos de recuperación.
• Frecuencia durante fase intensiva: Semanas 4-7: 3-4 administraciones por semana (por ejemplo, lunes-miércoles-viernes-domingo o lunes-martes-jueves-sábado) con 400-500mg, proporcionando exposición frecuente que podría favorecer la rápida restauración de niveles celulares.
• Frecuencia durante fase de transición: Semanas 8-13: 2-3 veces por semana con 250-300mg, permitiendo consolidación de efectos con menor intensidad.
• Timing para recuperación: La administración puede realizarse en cualquier momento del día, aunque muchas personas en recuperación prefieren la administración matutina o de media mañana para aprovechar el impulso energético durante las horas activas del día. Durante la fase inicial con dosis bajas, mantener horarios consistentes podría respaldar la regulación circadiana que puede haberse desincronizado. A medida que las dosis aumentan en las fases intensivas, el timing matutino es especialmente importante para evitar interferencia con el descanso nocturno.
• Protocolo completo de recuperación por semanas: Semanas 1-2: 50-100mg, 3-4 veces/semana. Semanas 3-4: 200-300mg, 3-4 veces/semana. Semanas 5-8: 400-500mg, 3-4 veces/semana (fase intensiva). Semanas 9-13: 250-300mg, 2-3 veces/semana (transición). Semanas 14-18: 150-250mg, 2 veces/semana (mantenimiento post-recuperación).
• Duración total del protocolo de recuperación: El protocolo completo típicamente abarca 14-18 semanas de administración continua (incluyendo todas las fases), seguido de una pausa de 3-4 semanas para evaluar el estado de recuperación y la función metabólica basal sin suplementación externa de NAD+.
• Re-evaluación y continuación: Después de la pausa post-recuperación, se puede realizar una evaluación del bienestar general y decidir si es apropiado continuar con un protocolo de mantenimiento a largo plazo o si la función metabólica se ha estabilizado suficientemente. Si se detecta que los beneficios disminuyen significativamente durante la pausa, puede indicarse la transición a un protocolo de longevidad o mantenimiento regular, comenzando nuevamente con una fase de re-adaptación de 2-3 semanas a dosis moderadas.
• Combinación con optimización de estilo de vida: Los protocolos de recuperación son más efectivos cuando se combinan con optimización simultánea de otros factores: regularización de patrones de sueño, nutrición adecuada, hidratación apropiada y reducción gradual del estrés. El NAD+ liofilizado apoya estos procesos pero funciona sinérgicamente con las mejoras en el estilo de vida.
Apoyo Pre y Post-Quirúrgico o Procedimientos Médicos Demandantes
Este protocolo está diseñado para personas que se preparan para procedimientos quirúrgicos electivos o que se recuperan de intervenciones médicas, buscando respaldar los procesos naturales de reparación tisular, la función mitocondrial durante períodos de estrés fisiológico y la recuperación general. Es importante coordinar este protocolo con el equipo médico tratante.
• Dosificación de preparación pre-procedimiento: Comenzar 4-6 semanas antes del procedimiento con una fase de adaptación: 50mg → 100mg → 150mg → 200-250mg, aumentando cada 3-5 administraciones. El objetivo es alcanzar 200-250mg por sesión al menos 2 semanas antes del procedimiento para optimizar los niveles celulares de NAD+ antes del estrés fisiológico.
• Frecuencia pre-procedimiento: Durante las 4-6 semanas previas a un procedimiento quirúrgico electivo, administrar 2-3 veces por semana siguiendo la progresión de dosis. La última administración debe realizarse al menos 3-5 días antes de la cirugía para evitar cualquier interacción potencial con medicamentos anestésicos o peri-operatorios.
• Reinicio post-procedimiento con adaptación: Una vez autorizado el reinicio por el equipo médico (típicamente 5-10 días después del procedimiento, dependiendo de su naturaleza), es prudente reiniciar con dosis conservadoras incluso si se habían tolerado dosis más altas previamente. Comenzar con 50-100mg durante las primeras 2-3 administraciones, luego progresar a 150-200mg, y finalmente a 250-300mg durante las siguientes 2-3 semanas. Este enfoque gradual respeta el estado post-quirúrgico del organismo.
• Dosificación post-procedimiento estándar: Después de la fase de re-adaptación post-quirúrgica (2-3 semanas), administrar 250-300mg 2-3 veces por semana durante 4-8 semanas para respaldar los procesos de reparación tisular y recuperación metabólica.
• Protocolo intensivo de recuperación post-quirúrgica: Para procedimientos mayores con períodos de recuperación prolongados, después de obtener autorización médica y completar la fase de re-adaptación, se puede implementar un protocolo más intensivo de 300-500mg administrado 3 veces por semana durante 4-6 semanas, seguido de una reducción a 250mg 2 veces por semana durante 4-6 semanas adicionales.
• Protocolo por fases: Fase pre-quirúrgica (4-6 semanas antes): Semanas 1-2: 50-100mg, 2-3 veces/semana. Semanas 3-4: 150-200mg, 2-3 veces/semana. Semanas 5-6: 200-250mg, 2-3 veces/semana. Suspender 3-5 días antes de la cirugía. Fase post-quirúrgica: Reiniciar tras autorización médica. Semanas 1-2 post-operatorias: 50-100mg, 2 veces/semana. Semanas 3-4: 150-200mg, 2-3 veces/semana. Semanas 5-12: 250-300mg, 2-3 veces/semana.
• Timing y coordinación con medicamentos: Durante la fase pre-procedimiento, la administración matutina es típicamente preferible. Durante la recuperación post-procedimiento, el timing diario puede ajustarse según el estado de movilidad y los horarios de medicación post-quirúrgica. Es fundamental coordinar la administración de NAD+ con cualquier medicación post-operatoria. Generalmente, se recomienda esperar al menos 2-3 horas después de medicamentos orales y mantener comunicación con el equipo médico sobre todos los suplementos utilizados durante la recuperación.
• Duración del ciclo peri-quirúrgico: El protocolo completo típicamente abarca 4-6 semanas pre-procedimiento más 8-12 semanas post-procedimiento, dependiendo de la magnitud del procedimiento y la velocidad de recuperación individual. No se requiere una pausa después de este protocolo si la recuperación es completa; se puede transicionar directamente a un protocolo de mantenimiento o longevidad según los objetivos a largo plazo, preferiblemente con una mini-fase de transición de 2 semanas con dosis moderadas.
• Consideraciones especiales: Para procedimientos dentales mayores, cirugías estéticas, cirugías ortopédicas o cualquier intervención que implique reparación tisular significativa, este protocolo con progresión gradual podría respaldar los procesos naturales de curación. Siempre debe implementarse bajo supervisión y conocimiento del equipo médico tratante, quien debe estar informado de todas las dosis y frecuencias utilizadas.
Apoyo Durante Períodos de Restricción Calórica o Programas de Optimización Metabólica
Este protocolo está diseñado para personas que implementan programas de ayuno intermitente, restricción calórica controlada o protocolos cetogénicos, donde el NAD+ puede apoyar las adaptaciones metabólicas naturales que ocurren durante estos estados nutricionales específicos y respaldar la función mitocondrial durante la transición entre diferentes fuentes de combustible.
• Dosificación inicial durante cambios metabólicos: Cuando se inicia simultáneamente un protocolo de restricción calórica o cetogénico junto con la suplementación de NAD+, comenzar con 50mg durante las primeras 3-5 administraciones es especialmente importante, ya que el cuerpo está atravesando múltiples adaptaciones metabólicas simultáneamente.
• Progresión durante adaptación metabólica: Durante las primeras 4-6 semanas de un protocolo cetogénico o de ayuno intermitente, cuando el cuerpo está adaptándose al nuevo patrón metabólico, la progresión de NAD+ debe ser gradual: 50mg → 75mg → 100mg → 125-150mg, aumentando cada 4-5 administraciones. Esta progresión conservadora permite que ambas adaptaciones (al nuevo patrón nutricional y al NAD+ suplementario) ocurran coordinadamente.
• Dosificación para protocolos cetogénicos establecidos: Una vez establecida la cetosis (después de 4-6 semanas) y completada la fase de adaptación al NAD+, la dosis puede ser de 150-250mg administrada 2 veces por semana para mantenimiento durante protocolos cetogénicos a largo plazo.
• Dosificación durante restricción calórica: Durante períodos de restricción calórica moderada o ayuno intermitente, después de la fase de adaptación inicial, una dosis de 100-200mg administrada 2-3 veces por semana puede respaldar las adaptaciones metabólicas. La dosis más conservadora es apropiada durante restricción calórica muy marcada para evitar exceso de estimulación metabólica cuando los recursos energéticos son limitados.
• Dosificación para fase intensiva de adaptación cetogénica: Durante la adaptación inicial a un protocolo cetogénico (primeras 2-4 semanas), después de establecer tolerancia basal con 50-75mg, se puede usar 100-150mg administrado 3 veces por semana para favorecer la transición metabólica hacia la cetosis y la oxidación de grasas. Una vez establecida la cetosis, reducir frecuencia a 2 veces por semana con dosis de 150-200mg para mantenimiento.
• Frecuencia durante ayuno intermitente: Para protocolos de ayuno intermitente diario (16:8, 18:6), la administración 2-3 veces por semana es típica. Durante la fase de adaptación inicial (primeras 3-4 semanas), 3 veces por semana con dosis de 50-100mg. Posteriormente, 2 veces por semana con 100-200mg. Para protocolos de ayuno más prolongados (ayunos de 24-48 horas 1-2 veces por semana), la administración puede coordinarse para los días de ayuno o los días inmediatamente posteriores al ayuno.
• Protocolo de inicio simultáneo: Si se inicia un protocolo cetogénico o de ayuno intermitente al mismo tiempo que se comienza la suplementación con NAD+: Semanas 1-2: 50mg, 3 veces/semana. Semanas 3-4: 75-100mg, 3 veces/semana. Semanas 5-6: 125-150mg, 2-3 veces/semana. Semanas 7 en adelante: 150-200mg, 2 veces/semana.
• Timing en relación con la ventana de alimentación: Durante ayuno intermitente, la administración puede realizarse en cualquier momento, aunque muchos prefieren administrar durante la ventana de ayuno (particularmente en la mañana) para apoyar los procesos metabólicos del estado de ayuno, o al inicio de la ventana de alimentación. Durante la fase de adaptación con dosis bajas, experimentar con diferentes timings puede ayudar a determinar qué funciona mejor individualmente.
• Timing para protocolos cetogénicos: Durante protocolos cetogénicos, la administración puede realizarse en cualquier momento del día. Algunos usuarios prefieren la administración matutina para alinearse con el período de ayuno nocturno natural que mantiene la cetosis elevada. Durante la fase de adaptación inicial, el timing consistente matutino puede ser especialmente útil.
• Duración del ciclo durante programas metabólicos: Los ciclos pueden alinearse con la duración del programa metabólico implementado. Para un protocolo cetogénico de 8-12 semanas, la administración de NAD+ puede ser continua durante todo el período (comenzando con adaptación gradual), seguida de una pausa de 2-3 semanas si se transiciona fuera de la cetosis. Para programas de ayuno intermitente a largo plazo, ciclos de 10-12 semanas de administración seguidos de 2-3 semanas de pausa son apropiados, pudiendo repetirse múltiples veces, con cada nuevo ciclo comenzando con 2 semanas de re-adaptación a dosis moderadas.
• Protocolo para ayunos prolongados supervisados: Durante ayunos prolongados de 3-7 días bajo supervisión apropiada, si se ha establecido tolerancia previamente, la administración de NAD+ puede realizarse cada 24-48 horas comenzando con dosis conservadoras (50-100mg las primeras administraciones durante el ayuno, potencialmente progresando a 125-200mg si el ayuno se extiende) para respaldar la función mitocondrial y los procesos de autofagia que se amplifican durante el ayuno extendido. Este tipo de protocolo debe implementarse solo bajo supervisión profesional adecuada y requiere haber establecido tolerancia al NAD+ previamente, nunca como primera experiencia con este compuesto.
• Transición y re-alimentación: Durante períodos de re-alimentación después de restricción calórica o ayunos prolongados, mantener la administración de NAD+ (2 veces por semana, con dosis establecidas de 100-200mg según tolerancia previa) puede respaldar la transición metabólica y la restauración de la función mitocondrial completa.
• Consideraciones de combinación: Durante estos protocolos, el NAD+ puede complementar otros suplementos comunes en programas de optimización metabólica (electrolitos durante ayuno, cetonas exógenas durante cetosis), aunque debe administrarse de forma independiente mediante inyección según las pautas descritas, respetando siempre la progresión gradual de dosis.